Opera Masiva.

Comprar artículo a WSJ. May 3, 2007 4:05 a.m. La ópera se traslada al cine gracias a la tecnología digital Por Lee Gomes The Wall Street Journal La película que obtuvo la decimoquinta mejor recaudación en los cines de Estados Unidos el pasado fin de semana era larga, mal hilvanada y en italiano. La audiencia parecía extremadamente tranquila, algunos incluso describirían su conducta como comatosa. Lo que estaban viendo era Il Trittico, un trío de óperas de un acto compuesto por Giacomo Puccini, transmitido el sábado pasado vía satélite desde la Metropolitan Opera House de Nueva York a casi 275 cines en EE.UU. y Europa. Las entradas se agotaron en la mayoría de los casos. Il Trittico fue la última de seis óperas, entre las que también estuvo La flauta mágica, que la entidad transmitió durante la actual temporada como parte de un encomiable experimento tecnológico que ha logrado nadar contra varias tendencias digitales. Últimamente, el resultado de la combinación de tecnología y entretenimiento ha sido el aislamiento social de los usuarios, como ha sucedido en los casos de los videos en Internet y reproductores de música digital como el iPod. La Met, no obstante, ha recurrido a una incipiente red de cines vinculados a través del satélite digital para reunir a personas en una sala oscura a presenciar un espectáculo, al igual que en los viejos tiempos. Cuando la Met anunció las transmisiones satelitales, en diciembre, nadie sabía cuál iba a ser la reacción del público. Pero la temporada resultó ser un éxito resonante. Las entradas se agotaron rápidamente. Para el año entrante, la Met anticipa casi triplicar la cantidad de cines y presentar ocho óperas, en lugar de seis. Peter Gelb, el nuevo gerente general de la casa de ópera neoyorquina, cree que el éxito del programa refleja el deseo de los seres humanos de disfrutar de un espectáculo, como la ópera y los deportes, en grupo. Gelb se entusiasma con otras tecnologías que la Met tiene a la mano, como streaming video, podcasts y ringtones. A pesar del éxito de las transmisiones vía satélite en vivo, nadie se hace ilusiones de que la ópera empiece a competir con las producciones de Hollywood o que Parsifal reemplace a 300 en las preferencias de los adolescentes. La mayoría de los asistentes son fanáticos de la ópera que superan los 50 años. Aunque se vendieron 300.000 entradas este año, comparadas con las 800.000 que se vendieron para las presentaciones en el Lincoln Center, Gelb explica que la iniciativa no generó ganancias debido a los altos costos que implicó echar a andar la operación. Pero eso debería cambiar el próximo año, asegura. ¿Qué siente un espectador en una de estas funciones? Al contrario de lo que ocurre con la TV, una pantalla grande copa nuestro campo visual, pero con una cercanía al escenario que puede ser incluso mejor que obtener asientos en primera fila. Y el precio de US$18 es bastante conveniente si se toma en cuenta que los asientos al nivel de la orquesta en Nueva York bordean los US$300. En general, fue una experiencia sublime. La audiencia que me tocó aplaudió las arias importantes. Los espectadores lo disfrutaron tanto que a nadie le importó que una falla técnica hiciera desaparecer la imagen por unos minutos durante Il Tabarro, la primera de las óperas de Il Trittico. Privacy Policy Subscriber Agreement & Terms of Use Mobile Devices RSS Feeds Copyright © 2007 Dow Jones & Company, Inc. All Rights Reserved